-Los gatos no pueden cazar a los Búhos!.
-Pero les gustan las aves.
-Pero los búhos son cazadores, no nacieron para ser cazados.
-Ambos cazan, entonces, ¿nunca se atraparan?.
Buscar culpables, hacerse responsables, correr actuar y sentir, todo en un mismo pie todo en un mismo acto, así poco a poco sin sensaciones fijas, sin sensaciones culpables, pero culpa arrastrada por las lágrimas y silencios de dolor, encontrar un rincón una guarida una tregua para no sentir esa forma lenta de asfixia prolongada, verdades escondidas entre las sobras, poca tolerancia a la verdad a lo cierto a lo puro, miedo a las mentiras pero que se miran como símbolos de luz resguardada en los arboles secos, animales queriendo ser libres en las noches para sentirse atados por las mañanas a causa de las responsabilidades adquiridas, los pesares sujetando todo lo vivo. Risas siniestras de amores lejanos jugando a dañarse entre pequeños espacios y días cargados de soledad profunda, ir de un lado a otro sin arrepentimientos evidentes ante todos para llorar por perdón a escondidas, regresar una y otra vez entre lineas no visibles, un limbo cargado de emociones que se asemeja al infierno lento y sin prisa, dependencía y evidencia que se vuelven virtudes tortuosas. Una cacería con dos victimas, con dos animales nocturnos dañados y amándose.