Tengo un breve recuerdo:





El olor a lluvia, un cielo gris al entrar a un restaurante de comida china, cierro mis ojos y me miro rodeada de personas tan familiares, aquellas que miro cada día, pero frente a mi hay una gran ventana que permite ver los carros pasar mientras la lluvia cae, dando al frío un ambiente diferente, pero antes de que mi atención se distraiga aún más, la silla que se encuentra frente a mi es ocupada. Ahí esta un aroma que ya conozco, hay algo tan familiar siento deseos de apartar la vista, de alejar todos mis sentidos de ese momento, pero me cuesta trabajo hay una extraña atracción que me lleva, me obliga a quedarme ahí.
Puedo escuchar las voces no logro identificarlas, pero hay una voz grave que mis oídos reconocen no ponen atención a lo que dice, solo la conecta con un cumulo de emociones que no logro identificar y me hacen sentir esa necesidad de protección, sigo sin escucharme esa necesidad, hay algo frente a mi que me atrapa que me pide siga y lucha contra esa necesidad de protección natural, te recuerdo entre los olores de la comida con especies, el té helado con limón pasando por mi garganta mientras observo cada detalle, tu frente a mi con un fondo perfecto en tonos grises con una urbe en movimiento entre el agua y los sonidos provocados por el cielo.